29 junio, 2007

Fin de una era

[.todos.nos.estamos.muriendo.lenta.lentamente.todos....] dice: (06:26:43 PM)
y a la chingada con mi jefe

demoños dice: (06:26:54 PM)
eso está medio cabrón


[.todos.nos.estamos.muriendo.lenta.lentamente.todos....] dice: (06:26:58 PM)
ya no quiero verlo ni en su velorio


demoños dice: (06:27:02 PM)
eso está más cabrón

08 junio, 2007

Respuesta al Trapi

Siempre he pensado, que el acto de la escritura, de la invención o de la propia exorción, nunca debe responder a peticiones externas. Dentro de este contexto, también marco las críticas.

Para mí, la escritura tan solo responde a una necesidad, sin posibilidad de someterla a opiniones, a críticas, a consejos, porque a final de cuentas, escribimos con, como tu dices, nuestra propia mano, nuestro propio dolor.

Es nuestro corazón con todos sus errores el que excreta los personajes, las historias, el que nos enamora de nuestra creación y no nos deja, a veces, desencadenarnos de todo esto.

Y si alguna vez se busca la grandeza a través de la escritura, también debes de pensar en el hombre, el gran hombre que escribio (nada más, casi nada más) de Comala, o el otro, que también le dicen grande, que fuera de Macondo no tuvo mucha gloria... Y si quieres pensar en global, algunos sólo pudieron escribir desde la locura, y fuera de ella, nada.

Así que me parece muy válido, más que éso, me parece muy personal, el hecho de sólo escribir de Emilia, si ella es la que te llena la palma... y si es una novela interminable, mejor aún. Esas son las mejores.

Claro, a menos que quieras convertirte en redactor de Manuales de uso.