01 agosto, 2008

Mientras quería escribirle a la Chuls o Historia de una prosa Fragmentada.

... me dí cuenta que mi prosa esta desgastada si no es que esta escondida debajo de la cama junto a algún biberón con leche podrida que no me he dado cuenta que mi hijo escondió.
... o puede estar perdida como ese amor a ese hombre infiel.
... o simplemente nada más vino un rato y se fue.

Pero que necesito escribir, es cierto. Ultimamente tengo constipación del pensamiento, mis ideas no van mas allá de sobrevivir a este día, de que lleguen por fín las 11 de la noche y pueda ir a dormirme, de hacer cuentas a ver si dormiré las 8 horas necesarias para cualquier humano.

También, a veces me siento extraviada, Sola. Desmotivada. Sola. Despersonalizada. Sola. Con todo el mundo en contra mía, a la deriva. Una vieja de 26 años. Con el llanto en el cogote.

* (De pronto llegas a mi mente, eres el fantasma de mi escritura) Dice mi marido que eres afortunado porque siempre que te pongo luz las lágrimas son incontrolables, el nudo de la garganta asfixiante y los recuerdos se vuelven tristeza. -Yo le digo que no es necesaria la luz, que nada más pensar tu nombre me descontrola el sentimiento, me oprime el pecho como una mala digestión y me hace buscarte de alguna forma tonta, en tonterias, tontamente. Me tienes bloggeramente bloqueada (¿qué me recuerda a ti en el template de blogger.com que siempre llegas a mis post?).*

Hoy tuve ganas de llorar en el camino de regreso a casa. Tuve ganas de decirle a todos que estoy muy enojada con todos. Tuve ganas de no tener hijos para poder desaparecer y alejarme, otra vez, alejarme.

Pero ya... coño. Nada de lagrimitas baratas (a veces las lagrimas son caras). Mejor, me pondré a escribir en el blogger tratando de lidiar con tu recuerdo.


(hoy mi maternidad cumple 2 años. feliz cumple daniel!)