Hace aproximadamente 250 años, algún familiar mío adquirió un óleo que (según cuenta la leyenda) un sacerdote pintó retratando a San Antonio de Padua. Dejándolo quizás como única herencia a mi familia materna, todas las generaciones nos hemos padecido la herencia de la devoción por éste milagrosísímo santo. Todos los años también, los 13 de junio, sin falta, mi familia hace una fiesta en honor al Santo Patrono de la Familia Materna. Cada año, rezamos y rezamos para recibir favores y bendiciones, olvidándonos de que los otros 364 días del año (incluyendo navidades y años nuevos) no hacemos nada para vernos.
Este año, no iba a hacer visita, ni rezo, ni petición ni agradecimiento... pero los lastres hereditarios hicieron de las suyas... ¿y si sí?, ¿y qué tal si éste año no hago nada de nada y mi vida se ve llena de tragedias y maldiciones?, ¿y qué tal si me tengo que esperar un año más para que la normalidad vuelva a mi vida?, ¿ y qué tal si por mi falta de fe (ooh hereje de mí) es que mi vida no ha seguido el rumbo adecuado?, ¿y qué tal...?.
Pero cuando una va a hacer las cosas, tiene que hacerlas bien. Si voy a ir a visitar a San Antonio, voy a ir "al Templo de San Antonio", no a una capillita, no a cualquier iglesia. Había escuchado hablar del "Barrio de San Antonio", del "Tianguis de San Antonio", entonces, supuse que por ahí debería estar el "Templo de San Antonio". Pero como éso fue hace años cuando recién llegué a Guadalajara, no tenía ni la remota idea de dónde estaban ni el templo ni el barrio ni el tianguis.
Pregunté a los cerillos del super, a la cajera, a la viejita que se veía devota, a uno que otro taxista y nada. Entonces se me ocurrió que en Catedral deberían tener una lista de todos los templos de la ciudad. Tomé dos vasos de agua helada, agarré mi mochila y tomé un taxi para el centro (recordad que no tengo auto, no estos días)... 15 minutos después el agua estaba haciendo de las suyas. "Necesitaba" un baño. ¿Dónde carajos en el pinche centro de la ciudad me iba a encontrar un baño límpio, ¿dónde?. En un restaurant. Entré a comer´: "sí, sólo una persona, dónde está el baño?". En esos casos soy de las que estan dispuestas a pagar lo que sea, a comprar lo que sea con tal de entrar a un inmaculado baño. Y así estaban. Cuando regresé a mi mesa (de hecho, cuando fui por primera vez a mi mesa) la vista era hermosa, había poca gente, estaba limpio. ¡Me gustó el centro de nuevo!. Recordé cuánto me gusta estar en Guadalajara. Me sentí muy feliz.
Fui a Catedral y nadie me supo decir dónde era el "Templo de San Antonio". Así que hice mis comentarios, peticiones y sugerencias ante la imagen de San Antonio que estaba ahí y platiqué un rato con mi Santo familiar.
Cuando salí, una señora que vendía imágenes me dijo que fuera a la caseta turística y preguntara. Ahí me dijeron que un templo estaba cerca y que podía llegar en tren ligero. Me subí al tren. Llegué al templo y ¡ooooh!, ¡oooh! ¡cierto! San Antonio es el Santo favorito de las mujeres solteras. Me sentí rara... pura vieja en el templo, dejando sus trece moneditas y pidiéndole encarecidamente que le pusiera un baboso en su camino que se casara con ellas. Yo, yo por mi parte dialogué con San Antonio y le dije que era una pena que lo tomaran por ése lado, que una se consigue novio de otras maneras, no poniéndolo de cabeza y provocándole náuseas. Por cierto, cada vez que pregunté dónde era el templo de San Antonio me decian "¡ooh, questa' buscando novio?.. Jejeje, no, no... lo que pasa es que (insértese aquí larga historia familiar)".
Regresé a casa y me vestí para ir al gimnasio. Regresé del gimnasio y creo que mi día ha terminado. Hoy estuve muy feliz. Me gusta el sentimiento de la fé. Me gusta mi ciudad. Me encanta Dios.
*Lo que hoy aprendí: "Que si un 13 de junio te sales a la calle y pides a 13 extraños que te regalen una monedita, las juntas y se las llevas a San Antonio de Padua y le rezas una novena, te casas ese mismo año" ¡Tranquilas muchachas! Ora' pa' l'otra...